para Ciro
viaja la embarcación por el río,
lleva las ofrendas.
lleva en una botella las lágrimas
del pueblo que al suelo las suelta.
suelo y agua del Paraná se encienden,
les destruyen fuegos piratas.
tierra y canto del humano contrastan,
se hacen eco y protestan.
qué será del humedal convertido
en pira funeraria, en fábrica.
qué será de la nutrias que huyen
temblorosas y saltan al agua.
ojalá que las ofrendas sean dulces
pienso y escribo y pienso.
ojalá existan los milagros y sean grandes,
como la llanura, como los misterios.
miles de personas un solo abrazo
tocando el río de costa a costa
haciendo tangibles las formas
de maíz, madera y barro.
ay, qué será, pachamama
tus hijos, tus nietos te niegan
tus patrones te negrean, te explotan,
qué será de mis ganas de cambio
a pesar de la fe, me siento un idiota.
me invita un niño que me ve escribiendo
me dice que está feliz
feliz como una lombriz
y él me espera, yo anoto.
jugamos juntos a ser carpinchos
a ensuciarnos las manos con barro
moldeando las formas con agua
dando vuelta lo que ya está hecho.
cabe un rumor en mi pecho
de agua dulce, de corriente
tal vez en un niñx sonriente
el odio encuentre una bajante.
hasta entonces seré murmullo,
testimonio de cuanto ha vivido este cuerpo.
la libertad y el encierro, las injusticias,
los errores torpes, y los nobles.
los moldes, los estrépitos,
las risas, lo impávido.
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