Y ayer tuve miedo de volver a aquella noche en la que mi cabeza se fue a otro mundo. Soledad, desesperanza e insomnio. Me siento vulnerable frente a los fantasmas que yo mismo invento. No quise ni caminar a la cocina por miedo a que aquel arlequin me tome por sorpresa. Miedo al miedo. Cuando uno se siente incomodo. Cuando solo ves los fracasos. Cuando eso de que la vida vale es solo monedas y sangre.
Miedo a los fantasmas. Miedo a ganar.
1 comentario:
Bajón de marzo se llama. Que no decaiga hermano. Como bien decis: fantasmas que vos mismo te inventas
Publicar un comentario